Los estudiantes y “Los Fundadores” - UHE
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Los estudiantes y “Los Fundadores” 

Al recordar nuestra historia institucional, el corazón se dirige a quienes son la razón de ser y la inspiración de la Universidad Hemisferios:  cada uno sus estudiantes, con su historia personal, su realidad, su trayectoria única llena de logros, luchas, retos y sueños, y un futuro que se abre a la esperanza de un mundo más justo y humano. 

Nuestra identidad nos define como una institución centrada en la persona, y esa impronta que nos enorgullece y caracteriza, llena de sentido el día a día de todos los que hacemos de la Universidad con el ideal de aportar en el crecimiento integral de nuestros estudiantes.  Desde esa perspectiva, que eleva la mirada, resalta la figura particular de cada uno de los jóvenes que están o han pasado por nuestras aulas, personas especialmente valoradas y queridas, cuya vida, con sus esfuerzos y logros, es muy nuestra. Los invalorables frutos de la Universidad son todos sus alumnos.  

Cada uno, con su nombre propio, con todo lo que lo hace único e insustituible, es la historia y el presente de la UHE.  Nos inspiran y llevamos en el alma sus caras, sus proyectos, su risas y ocurrencias, su conocimiento, su trabajo diario, su iniciativa, así como su compañerismo y amistad.  Todos son importantes y los vemos como nuestra credencial en la sociedad, pues llevan la impronta de una marcada calidad profesional y humana que define una formación integral con el estilo profundamente humano y trascendente que nos es propio. 

En mi caso llegué a la Universidad Hemisferios en 2005, en el segundo año de su andadura, y son muchas las promociones que he conocido. Aunque no me tocó la fortuna de recibir a los setenta chicos que fueron la primera generación, sí tuve el privilegio de convivir de cerca con ellos. 

Fui testigo presencial del ambiente único de los inicios de nuestro recorrido institucional, y puedo contar algo de esa primera generación de estudiantes, que siempre serán muy especiales porque abrieron brecha y confiaron en un proyecto en el que había aún mucho por hacer. A esa cohorte la recordaremos, para siempre, con el honroso título de “Los Fundadores”.   

Lo que en octubre del 2004 nació como una pequeña familia cercana y unida, con un puñado de estudiantes conscientes de la responsabilidad de ser los pioneros, marcó un estilo de vida universitaria con una tónica de exigencia académica, profundos valores y esperanzas y un clima relacional grato y cálido que ha trascendido en el tiempo.   

La perspectiva de los años nos permite agradecer, con alegría, la cosecha de la siembra de las generaciones de estudiantes que han recorrido estos primeros veinte años de nuestra vida universitaria y el influjo del su ejemplo, que materializa hoy los sueños de los inicios. Es indudable que nuestro ideario se respira a pleno pulmón en el campus, y llena de entusiasmo ver los frutos que perduran: muchos excelentes profesionales que son personas de bien y de ideales, que la UHE ha entregado a la sociedad y al país. 

Vemos a nuestros actuales alumnos formándose con excelencia y a los que ya son profesionales destacándose en campos laborables diversos, pero siempre fieles a la impronta de la UHE. Cómo no decir cuánto valoramos también reconocer entre ellos amistades verdaderas que perduran, forjadas en nuestra aulas y jardines, ricas en cercanía, cariño y solidaridad. 

Al mirar atrás, y ver la identidad de nuestros antiguos y actuales estudiantes, se esponja el alma. En nuestros alumnos leemos que ha valido la pena apostar por una Universidad con propósito, en la que cada uno ha sido y es muy importante. 

UHE
La UHE se esfuerza por trabajar siempre con categoría académica y tono humano, en un ambiente solidario y de amable libertad. Aporta profesionales altamente calificados, capaces de resolver adecuadamente las necesidades de la sociedad.

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