En una ceremonia solemne que marcó el inicio de una nueva etapa institucional, la Universidad Hemisferios oficializó la posesión de sus nuevas autoridades, entre ellas, la del PhD. Daniel Fernando López Jiménez como rector para el periodo 2025–2030.
El acto, realizado en el Auditorio UHE y transmitido en vivo para toda la comunidad universitaria, reunió a autoridades académicas, invitados especiales, docentes, colaboradores, estudiantes y miembros del Consejo de Regentes.
Durante el evento, se presentó formalmente la nueva mesa directiva, integrada por:
PhD. Daniel Fernando López Jiménez, Rector
PhD. Cristina Rockenbach, Vicerrectora Académica
PhD. Ricardo Serrano, Vicerrector Administrativo Financiero
Msc. Paulina Dueñas, Directora General de Desarrollo Institucional
Msc. Nicolás Larrea, Secretario General – Procurador
Como parte de la ceremonia, se guardó un minuto de silencio en memoria del Papa Francisco, fallecido ese mismo día, en señal de respeto y profunda gratitud por su legado espiritual.
El PhD. Diego Alejandro Jaramillo Arango, rector saliente, dirigió un emotivo mensaje de cierre tras una década de liderazgo al frente de la institución. En su intervención, se destacó el crecimiento académico, la consolidación del ideario institucional y el impulso de una gestión caracterizada por su trato profundamente humano.
Posteriormente, se realizó la lectura y firma del acta de posesión, seguida de la presentación del perfil profesional del nuevo rector.
El PhD. Daniel López es comunicador y periodista de formación, doctor en Economía Aplicada, y cuenta con más de 33 años de experiencia académica y 23 como investigador. Su trayectoria incluye cargos directivos en la Universidad Hemisferios y en universidades internacionales, así como una destacada producción científica en comunicación, educación superior y transformación organizacional.
En su discurso de orden, el nuevo rector delineó los pilares que marcarán su gestión: unidad, confianza y servicio. «La Universidad Hemisferios tiene el reto de formar personas que piensen con profundidad, actúen con libertad y vivan con sentido. La excelencia no es solo un estándar institucional, es una forma de vida profundamente humana», señaló.
Frente a los desafíos que plantea la inteligencia artificial, la despersonalización de la vida académica y la crisis ética contemporánea, propuso una universidad que no solo instruya, sino que transforme: “Nuestra misión es educar para la vida, no solo para el trabajo. Y solo lo lograremos si lo hacemos juntos, con compromiso y visión compartida”.
La jornada concluyó con una invitación a toda la comunidad universitaria a asumir con entusiasmo este nuevo ciclo, fiel al propósito fundacional de la universidad y con la firme convicción de que, desde la educación, es posible construir una sociedad más humana, justa y solidaria.
