
La Universidad Hemisferios (UHE), a través de su Facultad Internacional de Comunicación e Industrias Culturales (FCOM), fue parte del encuentro internacional “El futuro del oro, ¿puede la minería ilegal destruirlo?”, organizado en el campus ecológico de la UHE por CONNECTAS, una plataforma periodística que promueve el intercambio de información sobre temas claves para el desarrollo de las Américas, y con el apoyo de la Consejo Latinoamericano de Acreditación de la Educación en Periodismo y Comunicación (CLAEP).
El evento reunió a 30 periodistas junto a académicos, autoridades y especialistas en seguridad y medioambiente para analizar cómo la minería ilegal de oro, lejos de ser un problema marginal, se ha convertido en uno de los mayores desafíos para el Estado y la sociedad ecuatoriana. Esta actividad forma parte del proyecto de vinculación de la FCOM: Periodismo para la Conservación.
Desde la primera hora de la jornada, el debate planteó preguntas relevantes: ¿cuánto inciden los grupos de crimen organizado en la minería ilegal y cuánto responde a la incapacidad de las instituciones públicas? Los expositores coincidieron en que el fenómeno está íntimamente ligado con la corrupción, el lavado de dinero y el incumplimiento de tratados internacionales.

El evento abrió con un panel en el que participaron el viceministro de Minas, Javier Subía, el especialista en seguridad Renato Rivera, periodistas de investigación como Arturo Torres y la abogada experta Daniela Erazo. Subía advirtió que el país vive una situación crítica: 22 provincias sufren el embate de la minería ilegal, lo que ha convertido a la extracción ilícita de minerales en “un cáncer que carcome las estructuras institucionales y sociales”. Para el funcionario, la única salida está en la articulación de la academia, el Estado y la prensa.
A lo largo del día se sucedieron conferencias y talleres. La periodista Julia Urrunaga presentó el seguimiento internacional sobre la ruta del mercurio, insumo clave de la minería ilegal, y reveló cómo toneladas de esta sustancia llegan desde México a la Amazonía, burlando el Convenio de Minamata, que regula su uso. Por su parte, el investigador Frédéric Massé explicó cómo en la cadena del oro se legaliza el mineral y se lavan capitales ilícitos, mientras que Jorge Villa compartió herramientas satelitales y de catastro para verificar el impacto de la actividad minera.
Uno de los momentos más impactantes fue la sesión con la periodista Gabriela Verdezoto, quien relató los riesgos de cubrir en terreno a actores vinculados con actividades ilegales. Su experiencia puso en evidencia que investigar estos temas no solo supone dificultades de acceso a la información, sino también amenazas directas a la integridad física de los reporteros.
La dimensión periodística del encuentro fue destacada por Carolina Bazante, directora y fundadora de Lupa Media, quien resaltó que la jornada permitió abrir un debate sustentado en evidencia y no en especulaciones: “Poder aprender de otras experiencias, contar con herramientas para investigaciones más profundas y visibilizar la problemática es indispensable para que se tomen acciones concretas”.

Desde la academia, Franklin Soria, maestrante de la UHE y director de la Agencia de Prensa Minera, enfatizó que la prensa ha sido la gran denunciante de la minería ilegal, pero que ahora corresponde a la universidad liderar la reacción desde el conocimiento. “Este evento es un hecho fundacional para debatir en la academia el flagelo que representa la minería ilegal y su relación con el crimen organizado”, afirmó.
La presencia de la UHE, a través de la FCOM, subrayó la importancia de la formación de futuros comunicadores con criterio crítico y herramientas de investigación. Para los organizadores, este respaldo académico demuestra que los desafíos que plantea la minería ilegal requieren respuestas colectivas, en las que el periodismo riguroso y la investigación universitaria juegan un papel central.
El encuentro cerró con un llamado a la acción: fortalecer el rol de los medios, exigir mayor responsabilidad estatal y generar espacios de cooperación internacional. “No podemos dejar que los criminales que extraen minerales nos ganen la batalla”, concluyó Subía, mientras los participantes coincidieron en que el oro ilegal no solo destruye ecosistemas, sino que alimenta las redes delictivas que hoy amenazan la democracia y la seguridad en la región .
Con esta iniciativa, Connectas, CLAEP y la Universidad Hemisferios marcaron un precedente en la discusión pública sobre la minería ilegal. El mensaje fue claro: el futuro del oro no se decide en los mercados, sino en la capacidad de las instituciones, la prensa y la academia para enfrentar un problema que trasciende fronteras.
Iniciativas como estas nos hacen orgullosamente Hemisferios.
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