La Hemisferios Biodiversity Reserve, es un bosque húmedo montano de 2.168 hectáreas, ubicado en la provincia de Napo, parroquias Cotundo y Cosanga. En términos ecosistémicos, la reserva alberga una diversidad de especies de flora y fauna, produce agua y es atravesada por varios ríos y cascadas, y cumple, además, un rol de zona de amortiguamiento del Parque Nacional Antisana. Entre las principales especies de flora se encuentra una diversidad de bromelias, anturios, helechos y orquídeas. También especies como el oso de anteojos, tapir tigrillo, danta, vencejo acollarado, pava andina, entre otras.
En 2022 la Universidad Hemisferios inició, junto con la Fundación Botánica de Los Andes y el Jardín Botánico de Quito, un proceso de levantamiento exploratorio de información sobre la flora representativa existente en la reserva. Este trabajo, desarrollado bajo un convenio interinstitucional, se orientó a fortalecer las funciones sustantivas de investigación y vinculación con la sociedad a través de proyectos aprobados en las convocatorias institucionales que fueron implementados por el Centro Internacional de Investigaciones sobre Ambiente y Territorio (CIIAT). El proceso de investigación permitió identificar 111 especias de flora; de ellas 23 son endémicas, 11 son vulnerables, una en peligro de extinción (Begonia hitchcockii) y una en peligro crítico de extinción (Piper baezanum).
Como parte del trabajo de investigación desarrollado, se descubrió y describió, en marzo de 2024, una nueva especie de la familia Araceae: Anthurium antisanense. Esta es una especie endémica de Ecuador, al momento solo registrada en la Hemisferios Biodiversity Reserve. Se la describió de esta manera:
La especie es miembro de la sección Belolonchium y se caracteriza por su hábito terrestre, internudos cortos, catafilos fibrosos persistentes, pecíolos largos subteretes, hojas estrechamente triangulares-sagitadas, 7-8 venas basales con el primer par libres hasta la base, la costilla posterior larga casi recta y aproximadamente ¾ desnuda, así como por la inflorescencia larga y pedunculada, espata rojiza lineal-lanceolada que se mantiene erecta, y el espádice púrpura-violáceo colgante largo y delgado, con estambres blanquecinos largos y expuestos (Zambrano y Croat, 2024).
Los Anthurium se caracterizan por inflorescencias, compuestas por una espata y un espádice, que atraen a una gran variedad de insectos polinizadores, entre ellos avispas, escarabajos y moscas. Algunos espádices desprenden fragancias fuertes y dulces para atraerlos.
Como dato curioso, en el territorio ecuatoriano habitan más de 400 especies de Anthurium, el género más representativo de la familia Araceae en el país; sin embargo, se estima que más de la mitad de sus especies están aún por descubrir y describir.
Así, el desarrollo de programas de investigación de esta naturaleza permite no solo identificar nuevas especies, poner en valor las ya descubiertas; sino también generar información que permita articular estrategias de conservación para frenar la fragmentación del ecosistema montano andino, enfrentar presiones y amenazas a ecosistemas biodiversos como el de la reserva.
¡El conocimiento científico se constituye en una herramienta clave para la conservación!



