La moda no es únicamente una cuestión estética, sino un lenguaje a través del cual las personas transmiten quiénes son y cómo desean ser percibidas. Así lo sostuvo Nicole Cueva, profesora de la Facultad de Internacional de Comunicación e Industrias Culturales de la Universidad Hemisferios, en una entrevista en la que explicó la estrecha relación entre moda y comunicación.

“La ropa funciona como un dispositivo de comunicación que proyecta nuestra imagen personal, es decir, qué somos, quiénes somos y cómo queremos que nos vean”, señaló la profesora, al destacar que cada elección —desde un color de uñas hasta un accesorio— envía un mensaje sobre la identidad de quien lo porta.
Cueva recordó que nadie sale de casa sin vestir y, en ese sentido, toda persona ya está comunicando algo de sí misma al mundo. De allí que la moda no sea superficial, sino parte integral de la interacción social. “Un chaleco, unas gafas, el maquillaje, todos estos elementos son mensajes que revelan cómo queremos relacionarnos con los demás”, subrayó.
Su visión coincide con el campo de la semiótica, que entiende la vestimenta como un sistema de signos culturales y personales que transmiten significados sin palabras. Investigaciones en psicología social también han demostrado que la ropa no solo influye en cómo los demás nos perciben, sino en cómo nos percibimos y actuamos, fenómeno conocido como enclothed cognition. Así, la moda opera como un puente entre la identidad individual y la percepción colectiva.
Más allá de la dimensión personal, la profesora enfatizó que la moda constituye una industria que ha crecido de manera constante en las últimas décadas, hasta convertirse en un motor de la economía mundial. “La moda involucra no solo a diseñadores y modelos, sino también a la fotografía, los eventos, la empresa, la administración, la curaduría, el periodismo y la comunicación. Es un área amplia que genera empleo y oportunidades en distintos niveles”, explicó.
En ese escenario, la llamada fashion communication ha adquirido un rol estratégico: narrar visualmente y comunicar los valores de las marcas a través de experiencias, desfiles, contenidos digitales y colaboraciones con influencers. Plataformas como Instagram o TikTok han transformado radicalmente la manera en que se consumen mensajes de moda, abriendo paso a modelos de compra inmediata, transmisión en vivo y acceso tras bastidores.
Al abordar la manera en que los estudiantes y profesionales pueden comunicar adecuadamente a través de lo que visten, Cueva aconsejó tener claridad sobre el propio estilo. “Es importante conocer qué nos queda bien, qué queremos comunicar y cómo deseamos que nos vean. Hay que entender la moda como una segunda piel que se adapta a nosotros”, afirmó. En este sentido, recomendó prestar atención a aspectos como la colorimetría, los cortes de las prendas y la asesoría especializada en imagen personal.
La académica destacó también la importancia de integrar la moda y la comunicación dentro de una formación integral, coherente con la filosofía de excelencia profundamente humana que promueve la Universidad Hemisferios. Para Cueva, la reflexión sobre cómo se transmite la imagen personal es clave en ámbitos como la universidad, el trabajo y los espacios sociales.
Que tu pasión se convierta en tu profesión, sé orgullosamente Hemisferios en el lugar, donde quieres estar.